Miércoles de Ceniza

portada_libro_orar_y_contemplar_en_cuaresma_nano_ppc.jpg

Ser evangelio

En nombre de Cristo os pedimos:

dejaos reconciliar con Dios

2 Cor 5,20-6,2

Comienzo este tiempo de Cuaresma, recibo la llamada

que me haces a dejarme reconciliar con Dios.

Convierte mi vida, Señor, a ti y a tu evangelio:

convierte mi mirada, mis pensamientos,

mis deseos, mis acciones, todo mi ser.

Convierte mi vida en tuya, vive tú en mí,

hazme cada día más tuyo y menos mío.

Por el don de tu Palabra, en oración, con penitencia,

compartiendo con los que tienen menos,

desprendido de todo, menos de ti.

Es lo que te pido, Señor, con corazón sincero.

Sin ti nada puedo.

Conviérteme de una vez,

hazme creer de verdad en tu evangelio.

Derrumba mis fortalezas y construye en mi debilidad.

Te ofrezco cuanto soy y tengo, con el deseo

de ser tuyo, sin reservas, de todo corazón.

Crea en mí un corazón puro,

devuélveme la alegría de tu salvación.

Que no eche en saco roto la gracia con la que me desbordas.

(pág. 8)