PEDRO BARRADO.- La recopilación de información en una obra –organizada alfabética o temáticamente– es tan antigua como la propia cultura humana, de cuya raíz en realidad forma parte destacada (ya hay precedentes en Sumer en el IV milenio a. C.). Pero en Occidente, sin duda alguna, la obra “clásica” es la enciclopedia que –enmarcada en el pensamiento ilustrado– dirigieron Denis Diderot y Jean le Rond d’Alembert (1751-1772).
Pues en 2017 apareció precisamente en Francia la versión original cuya traducción es la que ahora presentamos: 'Jesús. La enciclopedia'. En este caso, una enciclopedia sobre Jesús (el título de la obra), pero que en el subtítulo lleva delante el artículo determinado “la”. Es decir, lo que se ofrece es un libro voluminoso (850 páginas), en formato grande (21 x 27,5 cm), que pretende brindar la síntesis de los conocimientos básicos y necesarios que disponemos sobre Jesús de Nazaret. Es verdad que hay obras más abultadas sobre Jesús (solo hay que recordar los seis volúmenes –nada pequeños, por cierto– aparecidos en la versión española de 'Un judío marginal', de John Paul Meier), y también “resúmenes” bien hechos y brillantes en un solo volumen, aunque con extensiones variables. Pero una obra capaz de equilibrar volumen y contenido –es decir, cantidad y calidad–, como tenemos en esta obra, no es nada fácil de encontrar.
Más de 200 ilustraciones
Normalmente, en estos libros que tienen a Jesús como protagonista y objeto de estudio no encontraremos ilustraciones. En esta enciclopedia que ahora nos ocupa, sin embargo, las hallamos, abundantes y a todo color: algo más de doscientas. Estas abarcan prácticamente todas las épocas de la historia del arte (obviamente, dentro del marco temporal del cristianismo): desde el judaísmo precristiano hasta el mundo de hoy. Asimismo, están presentes casi todas las disciplinas artísticas: desde la pintura y la escultura hasta la arquitectura y lo textil.
Pero estas ilustraciones no son un mero recurso ornamental, como ocurre en muchas enciclopedias o diccionarios, sino que su intención es ofrecer informaciones que tienen un evidente interés en distintos planos: tanto en el teológico como, obviamente, el artístico, pasando por otros, como el de una dimensión más de corte cultural.
Autores muy competentes
Pero, probablemente, el principal logro de esta enciclopedia es haber reunido a un elevado número de colaboradores: 91 entre las diversas secciones que estructuran el libro.
Estos colaboradores comparten dos características de interés. La primera de ellas es que se trata de autores enormemente competentes en sus respectivos campos. Por lo que respecta a aquellos que se mueven en el ámbito de la Biblia y la exégesis, encontramos nombres muy conocidos entre los autores francófonos, como los de Pierre Debergé, Roselyne Dupont-Roc, Daniel Marguerat, Anne-Marie Pelletier, Michel Quesnel o André Wénin (bastantes de ellos, por cierto, asiduos colaboradores de la conocida serie “Cuadernos Bíblicos”, lo que habla también de la importante veta divulgativa que poseen). En este sentido, es de justicia mencionar la presencia del español Rafael Aguirre.
Otra característica que conviene destacar en el capítulo de los colaboradores es su variado campo de actividad. Así, aparte de los artículos dedicados a la lectura crítica de los textos evangélicos y anejos –como el mundo de los apócrifos o del judaísmo–, en las “iluminaciones”, “contrapuntos” y “cartas blancas” que completan el recorrido y que ofrecen miradas cruzadas sobre la cuestión de que se trate, toman la palabra la filosofía, el psicoanálisis o la literatura. En ellos encontraremos a autores de la talla de André Comte-Sponville, Erri de Luca, Jean-Luc Marion o Amos Oz.
Por eso, creyentes y no creyentes, cristianos, judíos o musulmanes, hallarán en esta enciclopedia una rica y seria información a propósito de los datos sobre Jesús que ya están establecidos o que aún siguen discutidos.
Reseña publicada en Vida Nueva nº 3.162.