La centralidad de los pobres, la conversión del papado, la reforma de la curia y el impulso del gobierno colegial de la Iglesia son, según las manifestaciones del papa Francisco, algunos de los ejes principales de su pontificado. Lo ha estudiado el teólogo Jesús Martínez Gordo recientemente en PPC, y el propio Francisco lo volvió a demostrar el pasado 17 de octubre, durante la conmemoración del 50º Aniversario del Sínodo de los Obispos, celebrada en el Vaticano.
En presencia de cardenales y obispos de todo el mundo –que están en Roma participando en la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo sobre la Familia–, Francisco declaró: “Para los discípulos de Jesús, ayer, hoy y siempre, la única autoridad es la autoridad del servicio, el único poder es el poder de la cruz”.
En otro momento de su discurso, añadía: “Estoy convencido de que, en una Iglesia sinodal, también el ejercicio del primado petrino recibirá mayor luz. El Papa no está, por sí mismo, por encima de la Iglesia, sino dentro de ella como Bautizado entre los Bautizados, y dentro del Colegio episcopal como Obispo entre los Obispos”.
El Pontífice hizo varias referencias a la necesidad de que la Iglesia camine unida y a la escucha: “La Iglesia no es otra cosa que el caminar juntos”, “Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha”, “El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”. Y hacia el final de su alocución, exhortó: “Reitero la necesidad y la urgencia de pensar en ‘una conversión del papado’”.
La conversión del papado, según Martínez Gordo
Todos estos temas y varios más son los que aborda Jesús Martínez Gordo en su libro ‘La conversión del papado y la reforma de la curia vaticana’ (PPC), una obra que el propio Francisco recibió en su momento y que revisa el magisterio eclesial, el primado del Obispo de Roma, la recepción del Vaticano II, la renuncia de Benedicto XVI, la colegialidad, la elección y nombramiento de obispos, etc.
“El ejercicio de un papado demasiado unipersonal durante los últimos decenios –explica Martínez Gordo, profesor en la Facultad de Teología de Vitoria-Gasteiz–, sobre todo a partir de la segunda parte del pontificado de Pablo VI y, de manera particular, en los de Juan Pablo II y Benedicto XVI, ha sido un importante factor, aunque no el único, en la distorsión que ha padecido la articulación conciliar de primado, colegialidad y sinodalidad. Mucho han tenido que ver en ello las dificultades por las que ha pasado dicha articulación dogmática, y también su posterior recepción, tanto a partir del Vaticano I como del Vaticano II”.
Esta obra expone de manera argumentada varias alternativas para contribuir a que “algún día –señala Martínez Gordo– sea posible la deseada ‘conversión del papado’” y la consecuente reforma de la curia.
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